París 2024 sigue dando de qué hablar y dejando mucho que desear en cuanto al deporte nos referimos.
Tras la polémica y desafortunada inauguración de ésta edición de la máxima expresión deportiva, surgió un nuevo escándalo y es que la boxeadora Angela Carini abandonó su pelea en contra de Imane Khelif, mujer trans (hombre biológico), al sentirse incapaz de continuar por los golpes recibidos durante el primer minuto del combate.
“Nunca en mi vida me habían golpeado tan fuerte. Depende del Comité Olímpico Internacional juzgar”, declaró la italiana luego de mostrar su indignación e impotencia.
El Comité Olímpico Internacional está siendo duramente criticado por líderes mundiales, deportivos y sociales, una vez conocido que el año pasado (2023) la Asociación Internacional de Boxeo descalificó a la mujer trans argelina (hombre biológico), Imane Khelif, por encontrar en su ser “cromosomas masculinos”.
Por su parte, la delegación en voz de su jefe de misión, Bernardo de la Garza, ha expresado su preocupación: “Esto no está bien. Es injusto para las mujeres y va en contra de los valores del deporte. Personalmente estoy totalmente en desacuerdo con una decisión que pone en peligro a las mujeres y perjudicada su deporte”.
El tema estará sobre la mesa hasta conocer la decisión del Comité Olímpico Internacional, pero por el momento la actividad en el certamen sigue su curso.
Lo que verdaderamente es preocupante, como mencionó el jefe de misión de la delegación mexicana, es la integridad de las mujeres en estos deportes de contacto, pues por todas las maneras en las que se quiera ver, buscar y justificar, la capacidad física del hombre y la mujer son desiguales, y que si se permite y continúa la participación de mujeres “trans” (hombres biológicos) en la categoría femenina podría terminar en una tragedia.
Recordemos que los Juegos Olímpicos son la máxima expresión del deporte y debe prevalecer en ellos la justicia y la igualdad de circunstancias.
